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sábado, 2 de abril de 2011

Filosofía del Athletic Club

En este artículo no vamos a descubrir el secreto del Santo Grial pero vamos a comprobar que la filosofía del Athletic Club no es tan estricta como lo era antes y que poco a poco va sufriendo cambios.

Vamos a ponernos en situación, mediados de la década de los 60, un chaval llamado Lázaro, delantero de gran clase, según le recuerdan los aficionados de la zona, se había formado futbolisticamente y destacado en el Gallarta, en categoría regional. Su talento no pasó desapercibido para los ojeadores del club rojiblanco así que le convocaron en la antigua sede de Bertendona para formalizar su ficha.

Pero al ir a rellenar la ficha, se dieron cuenta de que no había nacido aquí, sino en Torres (Jaén). Por aquel entonces el Athletic Club aplicaba a rajatabla su criterio respecto a que todos sus jugadores tenían que haber nacido en Euskadi. Los sueños de Lázaro se esfumaron y se volvió a casa desconsolado, casi llorando, porque, claro, la ilusión suya, como la de todos los chavales de aquí, era jugar en el Athletic y él, aunque nacido fuera, había vivido en Gallarta toda su vida.

Su hermano pequeño, de unos ocho años, al verle tan compungido fue donde él y le dijo: 'No te preocupes, Lázaro, que yo jugaré en el Athletic, porque he nacido aquí y a mí no me pueden decir que no'. Por eso, el llegar a jugar con el Athletic era para el pequeño Manuel como un compromiso sagrado, algo que tenía que conseguir como fuese.

Con 18 años entró en la disciplina del Athletic Club. Pasó dos temporadas en el Bilbao Athletic. La temporada 1977/78 fue cedido al Barakaldo CF. A su regreso al Athletic, permaneció en el primer equipo de forma ininterrumpida hasta 1988. Formó parte del histórico equipo bilbaíno que a comienzos de los años 1980 conquistaron dos ligas (1982/83 y 1983/84), una Copa del Rey (1983/84) y una Supercopa (1984/85). Durante su estancia de doce temporadas en el Athletic, Manuel disputó un total de 382 partidos y marcó 182 goles. Se trataba de un jugador extraordinario, con gran visión de juego y mucho talento por lo que se le considera uno de los mejores jugadores que ha vestido la zamarra del Athletic.

Por cierto, se nos olvidaba un pequeño detalle, el apellido de los hermanos Lázaro y Manuel después de los datos que acabamos de mencionar no puede ser otro que Sarabia.