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martes, 26 de febrero de 2013

Jesús Garay

(Artículo publicado por K-Toño Frade (hijo), en el libro "Susedidos botxeros y bilbainos selebres y txirenes")


Hace un año por estas fechas nos golpeaba la noticia del fallecimiento de una persona irrepetible en nuestro Botxo: Jesús Garay. A título personal, no creo que haya habido ningún deportista bilbaino y begoñés que haya brillado con luz propia como Don Jesús, pues si fue un fenómeno como deportista, lo fue mucho más como persona, haciendo propia la máxima cristiana de "por sus hechos los conocereís". Todavía no se me ha borrado de la retina cuando siendo niño me subía mi padre de la mano e ibamos a recibirle tras quedar campeón de Liga o Copa, y desde la ventana de su casa en la Campa del Muerto, encima del Bikarregi, nos saludaba y nos mostraba la reproducción a pequeña escala del trofeo conquistado. ¡Qué emoción! ¡Qué vitores! ¡Qué orgullo tener en nuestro Bilbao al considerado mejor central de Europa y al más elegante del mundo!

Jesús nació en Santutxu, Begoña, el 10 de septiembre de 1930. Jugó en el Santutxu, Begoña y Erandio. En 1950 destacaba sobre el resto por su extraordinario toque de balón (aún recordamos los forofogoitias el gol que le metió en San Mamés a Ramallets por toda la escuadra desde casi medio campo, en la portería de Capuchinos), su elegancia en los cruces y su facilidad en el despeje de cabeza. Así que fichó por el Athletic Club, hasta que, en 1960, lo hizo por el Barcelona F.C., que por cierto, hasta hace poquísimo no le habían pagado la ficha (¡mira que son roñosos los tíos!) y resultó un disgusto tremendo para la afición de la "Catedral". Con aquel dinero que percibó el club, ayudó a éste a construir la tribuna de la Misericordia, a la que el pueblo dio el nombre de "Tribuna de Garay".

En la temporada 1965-66 pasó al Málaga y posteriormente se retiró del fútbol profesional, aunque fue durante muchos años técnico de Lezama, para vivir sin los agobios de la competición con su esposa Pili, otra begoñesa de rompe y rasga, y su prole.

Fue campeón de Copa en el Athletic, con aquel equipo que todos los escolares recitábamos de carrerilla como si de la tabla del cinco se tratara, en los años 1955, 1956 y 1958 y con el Barcelona en 1963, campeón de Liga con el equipo de nuestro pueblo creo que en el año 1956. Pese a que entonces no se jugaban tantos partidos, fue treinta veces internacional.

Hombre cabal y amigo de sus amigos, era frecuente ver pasear a este mocetón del País con su cuadrilla de toda la vida, por algún rincón de Begoña al caer las tardes invernarles, o en Bakio, donde disfrutaba de sus maravillosos veranos... Allí, en el txoko, con aquellas salidas txirenes que tenía, y al vernos llegar rotos de algún partido de fútbol que dirimíamos (y aún lo hacemos) entre los equipos de amigos de Bakio y Plentzia, nos decía: "¡Pero cómo! ¡No sabía que hoy era el partido de gordos y flacos!", o nos sorprendía con un "¡Ahí va, Txomin, si pensaba que Cantinflas ya se había retirado!" Y mira que nosotros le echábamos puyas. Pero, como en sus mejores tiempos de defensa, no podíamos con él.

Su compañía a impedidos o enfermos, era una labor que realizaba con su alegría y gracejo característicos, sin darle ninguna importancia. Así era él. Y así nos lo recordaba el obispo de Barcelona, monseñor Campmany, que vino desde Catalunya, donde tantos amigos dejó Garay, para oficiar el multitudinario funeral en la Basílica de Begoña bajo el manto de la "Amatxu" que tantas veces le había visto postrarse a sus pies como hombre y deportista.

Todavía resuenan en mis oídos las notas del txitu que se oyeron a la salida del sepelio, de ese himno de nuestro pueblo que jamás ha tenido un significado tan justo como en aquella ocasión. ¡Agur jaunak!

(Artículo originariamente publicado en 1996 en el periodico 'Bilbao')

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Información sobre el autor:

K-Toño Frade, hijo


Juan Antonio Frade Villar, "K-Toño Hijo" nace en Indautxu en 1945. Es hijo de Juan Antonio Frade "K-Toño" (Bilbao 1914 - 1992) conocido pintor, cartelista, dibujante y periodista.

Cursa los estudios de Primaria y Bachiller en el Colegio Francés y el Instituto Miguel de Unamuno, y posee el título de Deliniante Proyectista de Arquitectura.

Desde los dieciseis años alterna su trabajo en estudios de arquitectura, donde se especializa en perspectivas de edificios con sus dibujos humorísticos en diversas revistas.

Como cartelista ha ganado varios primeros premios y ha realizado los carteles de varios congresos de Peñas del Athletic Club. Destaca como ilustrador y caricaturista. En el mundo de la publicidad es conocido por el diseño de cátalogos e infinidad de logotipos.

Trabajó como deliniante durante los siete años que duró el Plan General de Ordenación Urbanística de Bilbao. Al finalizar éste, se dedica profesionalmente a la pintura, especializándose en temas costumbristas vascos y marítimos. Como escritor de temas locales y costumbristas bilbainos, colaboró en el periódico "Bilbao" (1993-2007).

Ha sido nombrado "Bilbaino del año" por el Alcalde de la Villa en la "Aste Nagusia 2007".