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jueves, 26 de diciembre de 2013

El Athletic se cuela en ‘Futbolín’

Artículo publicado por Oskar Belategui en el blog 'Gran Cinema' el 26/12/2013

Un animador bilbaíno que trabajó en ‘Futbolín’ logra camuflar el escudo del equipo de sus amores en el filme

Más de dos millones de argentinos han vibrado con ‘Futbolín’. O mejor dicho, con ‘Metegol’, como se denomina allí el entrañable juego de bar y se titula la película de dibujos de Juan José Campanella, recién estrenada en las salas españolas. El oscarizado director de ‘El secreto de sus ojos’ presume de que no hay ninguna referencia a un equipo real en el filme, donde los jugadores de plomo cobran vida y ayudan al protagonista a derrotar al villano y a hacerse con la chica. Sin embargo, conviene fijarse en ese bar de barrio donde se viven épicas partidas de futbolín. En sus paredes luce inimitable e inconfundible el escudo del Athletic.


Fotograma de la pelicula Futbolín en el que se puede ver el escudo del Athletic Club

El gol lo ha metido Javier Hernáez (Bilbao, 1986), jefe de producción en los inacabables títulos de crédito de una película que empleó a 300 personas a lo largo de seis años desde que el director escribió el guion. Licenciado en Comunicación Audiovisual en Navarra, este «forofo a muerte» del Athletic ya trabajó en la cinta de dibujos española más taquillera hasta la fecha, ‘Planet 51’. Abandonó la seguridad de un contrato fijo enMadrid para volar a Buenos Aires y encontrarse al inicio de la producción con una docena de voluntariosos animadores en lo que era una antigua juguetería. «Al llegar pensé que había cometido el peor error de mi vida. Me fui por Campanella. Querían que el ojo del espectador no distinguiera la película de una de Pixar, aunque nosotros tuvimos un presupuesto de 20 millones de euros».


Javier Hernáez

Javier, «desgraciadamente», no es socio del Athletic «por culpa de la vida por contrato por obra» que lleva. Vivió en Argentina toda la etapa Bielsa –«allí le adoran»– y cuando vio que el bar de ‘Futbolín’ iba a ir decorado con banderines de clubes le salió la vena rojiblanca. «Me dieron la orden de que todos los escudos tenían que ser de clubes ficticios para que no hubiera problemas. Yo me tomé la libertad de hablar con un modelador. Le bajé el escudo delAthletic de Internet y le dije que lo pusiera para que se viera en algunos tiros de cámara. Hay que fijarse, se ve en diez o doce planos». Otro compañero asturiano se picó y quiso meter el emblema del Oviedo, pero no coló. «Campanella se dio cuenta y me rogó que pidiera permiso al club. Escribí al tesorero del Athletic yme contestó que sería un honor. Es la única referencia a un equipo real en toda la película».