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miércoles, 27 de mayo de 2015

1973, la Copa por la reivindicación

Reportaje publicado por K. Txakartegi en el diario Deia el 26/05/2015

La federación permite dos extranjeros por equipo y el Athletic sigue ganando, esta vez al Castellón de Del Bosque


El técnico del Athletic, Milorad Pavic, alza la Copa de 1973 (DEIA)

Inauguradas las instalaciones de Lezama en 1971, en 1973 no solo se celebró el primer Congreso de Peñas, que tuvo lugar en Bailén, sino que después de pasar Allen y Artigas por el banquillo, el Athletic decidió contratar al entrenador Mirolad Pavic, un yugoslavo doctorado en Educación Física por la Universidad de Belgrado, cuya carrera se forjó en el Brujas y el Standard de Lieja, hoy día equipo al que el club rojiblanco tiene gran estima. De buenas a primeras se encontró con la sanción que la directiva impuso a Txetxu Rojo, de tres semanas, por responder al nuevo míster cuando este pidió que buscaba “gladiadores”. “Solo somos futbolistas”, le interpeló el de Begoña. Para colmo, unas fiebres tifoideas tuvieron al guardameta José Ángel Iribar dos meses en el dique seco.

La Copa volvió a sanar todos los males. En octavos se apeó al Oviedo tras ganar 2-0 en San Mamés y pese al posterior 1-0 del Tartiere; en cuartos de final, el empate sin goles en el Pizjuán se resolvió con un 5-2 en La Catedral; en semifinales, el Málaga sí opuso resistencia en Bilbao (2-1), pero en La Rosaleda los leones solventaron la papeleta (0-1) con un gol de Lasa. Enfrente esperaba el conjunto revelación de la temporada, el Castellón.

Con Lucien Muller, los del Mediterráneo, que noquearon al Sporting en el escalón previo, habían ascendido a la máxima categoría un año antes, y contaban con gente como Planelles, Clares o el mismísimo Vicente del Bosque. En la ciudad de La Plana se escuchaba un latiguillo “Pam, pam, orellut”. Orellut, orejudo, era la fama ancestral de sus habitantes, que lo pusieron otra vez de moda de cara a una cita que para ellos era histórica.

Gran superioridad

Se calcula que los hinchas rojiblancos se gastaron cerca de 250 millones de pesetas en el desplazamiento hasta Madrid, agotando las plazas hoteleras y completando decenas de autobuses y trenes especiales. Debutaron en una gran final Zubiaga, Guisasola, Rojo II, Lasa y Villar, demostrando los bilbainos una superioridad absoluta, decidiendo la liza las dianas de Arieta II en el minuto 27 y de Zubiaga en el minuto 53. Antes de la finalización del encuentro, las 40.000 gargantas rojiblancas no cesaron de entonar en la grada el “todos queremos más”.

Iñaki Sáez fue el encargado de recoger el trofeo, un título que tuvo carácter reivindicativo, tal y como se constató en el lema de la pancarta con la que la expedición del Athletic se topó al inicio de la cuesta de Miraflores, justo antes de tomar el camión que le bajaría hasta el Ayuntamiento de la capital vizcaina: “Con cantera y afición, no hace falta importación”. Así se contó su regreso al botxo: “El Athletic, que pasó toda la noche del sábado al domingo en Miranda de Ebro, partió de la localidad burgalesa hacia la Villa a las cuatro de la tarde. A medida que el autobús que transportaba al equipo se acercaba a Bizkaia, los coches de los seguidores se hicieron cada vez más numerosos en su intento de proceder y de seguir al autobús rojiblanco. A la altura de Otxandiano, dos motos de la Guardia Civil de Tráfico se pusieron delante del vehículo con objeto de facilitar su marcha. En el cruce de Bolueta, los jugadores, Pavic, algunos directivos y viejas glorias montaron en la caja de un camión y así llegaron al Consistorio”.

Un tema que salió a relucir nuevamente en las palabras del presidente Félix Oraá, cuando se dirigió a la masa social y al público desde la balconada. Se avecinaban años muy duros porque la Federación ya había dado el visto bueno a que los equipos pudiesen jugar con un par de extranjeros, mientras el Athletic seguía poblando sus vitrinas con la gente de casa. Después llegarían la maldita final de 1977 ante el Betis en los penaltis y la gloriosa de 1984 ante el Barcelona de Maradona a pesar de lo acontecido en el pitido final. Hubo que esperar once años para otro alirón.

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ATHLETIC 2 - CASTELLON 0


ATHLETIC: Iribar, Sáez, Larrauri, Zubiaga, (Min. 72, Aranguren), Guisasola, Rojo II, Lasa, Villar, Arieta II (Min. 74, Carlos), Uriarte y Rojo I.

CASTELLÓN: Corral, Figueirido, Cela, Babiloni, Óscar, Ferrer (Min. 79, Cayuela), Toñín, Del Bosque, Clares (Min. 46, Ontuño), Planelles y Félix.

Goles: 1-0: Min. 27; Arieta II. 2-0: Min. 54; Zubiaga.

Árbitro: Medina Iglesias.

Incidencias: Estadio Vicente Calderón. 29-VI-1973.