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sábado, 9 de mayo de 2015

Pichichi y Belauste alimentan la leyenda

Reportaje publicado por K. Txakartegi en el diario Deia el 09/05/2015

El Athletic doblegó al España de Barcelona en una época en la que a los jugadores les empezaron a llamar ‘Leones’


Imagen de los integrantes del Athletic que levantaron la Copa en 1914 disputada en Irun ante el España de Barcelona.(Foto: DEIA)

La construcción del campo de San Mamés, inaugurado el 21 de agosto de 1913 junto al convento de Capuchinos, sobre tierras del asilo del santo, mártir que fue arrojado a los leones, coincidió con el asentamiento de figuras legendarias en el equipo rojiblanco como Pichichi y Belauste. El primero, alumno de Escolapios, reunía todas las casualidades de un mito: carisma, visión de juego y un olfato inigualable. Dos meses antes de su muerte, al parecer por unas fiebres tifoideas, el público que le había encumbrado le regañó con énfasis por una expulsión en un amistoso ante el Spartak de Praga. Genio sin parangón. El segundo de ellos, de 1,93 metros de altura y 95 kilos, se hizo famoso por el evocador pañuelo de cuatro nudos con el que se protegía de la alopecia.

En los Juegos de Amberes, popularizó Belauste aquella frase de “Sabino, a mí que los arrollo”. El Athletic ya estaba preparado para desquitarse de la inesperada derrota un año antes ante el Racing de Irun.

Arreglado el entuerto federativo, se gestó un nuevo formato copero por el que pujarían los cuatro vencedores de los campeonatos regionales. Arrasaron los bilbainos en el suyo y se enfrentaron en semifinales con el Vigo Sporting, al que apabullaron en Bilbao (11-0) con cuatro goles de Pichichi y tres de Apón. El partido se caracterizó por la llegada por vez primera de un colegiado inglés, Míster Rowland, para arbitrarlo. El meta gallego, Méndez, solicitó después una cinta métrica para comprobar si eran reglamentarias las medidas de las porterías. El 3-3 de la vuelta fue anecdótico pese a que el campo estaba duro y sin apenas hierba.

Aguardó en la final el España de Barcelona, que no se amedrentó ni ante la superioridad vizcaina sobre el césped ni sobre la grada del Costorbe. Fue desequilibrante la brillante actuación de Seve Zuazo en los minutos 20 y 29, invalidando el postrero gol de Coletas. El telegrama desde el botxo para celebrar así el sexto entorchado mientras toda la hinchada inauguraba la canción del Alirón -adaptando la letra de un cuplé de Teresita Zazá- recogía lo siguiente: “Felicitación efusiva al equipo Athletic que enaltece al pueblo deportivo de Bilbao. Marco Gardoqui, Alcalde”.

Zuazo contó que después del triunfo tuvo que salir escopeteado hacia Bilbao en la moto de un amigo, aunque luego se unió a sus compañeros cuando llegaron a la estación de Atxuri para, desde allí, aterrizar en el Ayuntamiento entre el fervor de las masas.

A los futbolistas del club, cuya sede estaba ya en los locales cedidos por La Venatoria, se les empezó a conocer como los leones por su coraje, aunque el bloque hacía tiempo que desprendía un estilo inglés, al margen del temperamento de los futbolistas. Y así fueron llegando más victorias.

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ATHLETIC 2 - ESPAÑA 1

ATHLETIC: Ibarretxe, Hurtado, Solaun, E. Eguía, J. M. Belauste, Iceta, Germán, Pichichi, Zuazo, Apón y R. Belauste.

ESPAÑA: Puig, Prat, Marine, Salvo I, Casellas, Salvo II, Villena, Passani, Bellavista, Baró y Coletas.

Goles: 1-0: Min. 20; Zuazo. 2-0: Min. 29; Zuazo. 2-1: Min. 89; Coletas.

Árbitro: Percy Paulson.

Incidencias: Costorbe. Irun. 10 de mayo de 1914.